Artesanas
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Yo aprendí porque mi mama tejía a telar, entonces yo como niña inquieta iba al tejido a aprender, de muy chica aprendí a tejer. Yo recogía la lana de las ovejas que pasaban en el alambre, ellas dejaban una lana por ahí y yo la hilaba en… le colocaba una papita o sino hacia una tortera de greda o sino de barrito y hacía una tortera e hilaba. Después a mi mami yo le regalaba los hilos, al principio. Después aprendí a hilar bien y tejer…
Mi familia, mis hermanos todos trabajaron en eso. De los diseños aprendí aquí en la Fundación.. Empezamos con cinco señoras en mi grupo, de esas cinco señoras una me duró un año, otra medio año, pero ya después yo reuní más… éramos nueve en total, igual las señoras se quedaron atrás por otras cosas personales, así que ahora quedamos tres hermanas… En la Fundación aprendí a hacer diseños, aprendí a hacer las ruanas, aprendí a hacer cosas más pequeñas. |
Antes hacía alfombras de 3 x 2 metros… necesitaba harto espacio en esos tiempos, yo tejía eso cuando era soltera, y hacía pontros chicos también para la cama. entonces ahí después mi mami me dio un capital, me dio lana, me dio como cuatro kilos de lana, yo lo lavé, lo hilé, y decidí tejerlo, mi papá me fue a vender el trabajo en Temuco cuando tenía como 13 años…
Era niñita todavía, mi papi me apoyaba harto, me decía hágalo usted sola y yo se lo voy a vender hija y yo le pagaba el pasaje. Mi papá me entregaba la plata y todo y de ahí seguí trabajando… Después cuando tuve todo el capital, ya empecé a comprar lana, la anilina, por que antes no teñíamos natural, pura anilina. Entonces le tomé sentido al asunto, cariño a la plata, entonces ahí seguí trabajando, ayudé mucho a mi mamá, después mi hermana se fue para Santiago y me vino a buscar después para trabajar, y no me hallé y lloraba todos los días, porque yo quería mucho a mi papá, entonces yo decía qué estoy haciendo acá si allá trabajo igual y gano la plata… Entonces me encontré así acorralada, muy sola y me vine. Ya después mi mami se enfermó y tenía todavía cinco niños para criar y una niña, mi hermana menor, entonces mi mamá decía qué voy a hacer si no puedo trabajar... Pero yo luché, trabajé harto, día y noche, me acostaba a la una hilando, fui como una madre para mis hermanos menores, ellos me quieren mucho, como mamá me quieren… en total somos 12 hermanos…
Era niñita todavía, mi papi me apoyaba harto, me decía hágalo usted sola y yo se lo voy a vender hija y yo le pagaba el pasaje. Mi papá me entregaba la plata y todo y de ahí seguí trabajando… Después cuando tuve todo el capital, ya empecé a comprar lana, la anilina, por que antes no teñíamos natural, pura anilina. Entonces le tomé sentido al asunto, cariño a la plata, entonces ahí seguí trabajando, ayudé mucho a mi mamá, después mi hermana se fue para Santiago y me vino a buscar después para trabajar, y no me hallé y lloraba todos los días, porque yo quería mucho a mi papá, entonces yo decía qué estoy haciendo acá si allá trabajo igual y gano la plata… Entonces me encontré así acorralada, muy sola y me vine. Ya después mi mami se enfermó y tenía todavía cinco niños para criar y una niña, mi hermana menor, entonces mi mamá decía qué voy a hacer si no puedo trabajar... Pero yo luché, trabajé harto, día y noche, me acostaba a la una hilando, fui como una madre para mis hermanos menores, ellos me quieren mucho, como mamá me quieren… en total somos 12 hermanos…
Sufrí mucho, trabajé harto, compraba la mercadería, compraba la vestimenta para mis hermanitos y mi papá en el campo no tenía sueldo, mi papá trabajaba en sus cosas de agricultor no más y en el año venía a recibir plata, así que igual faltaba el pan y yo ayudé mucho a mi papá... Yo le tenía lástima porque no podía ganar plata con lo que hacía, él era artesano, hacía monturas, hacía marquesas, ruedas de carreta, pero la gente en el campo no tiene plata así que le daban sacos de trigo, poca entrada de plata había en la casa.
Cuando me casé, tenía capital para trabajar, tenía mi lana, después tuve mi hijo mayor y ahí ayudé a mi marido también... Para mí el tejido ha cambiado mucho mi vida, yo recibo mi plata, la destino como quiera y compro lo que yo quiera… salí adelante por mis hijos, claro que no llegaron a una universidad o a un instituto pero tuvieron su cuarto medio, uno es técnico agrícola, el otro es mecánico y con esa plata estudiaron mis hijos. Mi esposo como pequeño agricultor, en el año a veces recibe y vendemos chanchitos también… Porque nosotros los Mapuche debemos trabajar, no dejar que se muera la cultura mapuche. Ahora nosotras somos una mujer indígena mapuche que hace esos trabajos con sus propias manos, que hila la lana, hace una chomba, hace un gorro, hace una bufanda ¡todo! |
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Por lo menos yo me encuentro orgullosa de ser mapuche. También me han discriminado por que nos dicen “aaaah los indios” ...nosotros no somos indios, somos chilenos igual porque estamos en Chile.. Sé hablar mapuche, no me avergüenzo, mi mami me enseñó para que nadie nos engañe”